martes, 21 de abril de 2009

Chivas

Uso muchas palabras sin realmente saber sus significados.

Me puse a averiguar los significados en diccionarios y no sé como la mayoría de mis palabras son lo que significan. No sé como las supe las palabras que uso, no sé como adquirí desde sustantivos hasta voces más cargadas de significados. Supongo que después de aprender a leer, que creo la verdadera entrada a la humanidad de un animal, uno reconoce unas pocas palabras las cuales ayudan a entender de manera progresiva otras palabras y así. Creo que la adquisición de lenguaje tiene un proceso psináptico, en donde a mayor complejidad de significados, de enlaces en tramas de relaciones, mayor es la capacidad de suponer el significado de una palabra o ya concepto, que empiezo a usar naturalmente sin haber -la palabra o concepto- consultado jamás en el diccionario.

Tardío me dio un julepe (ya averigüé que esta palabra está bien empleada), reitero, me dio julepe, que a veces empleara palabras o conceptos nada que ver, es decir con significados no establecidos. Evidentemente consultando diccionarios me encontré con un cierto porcentaje de significados travestidos, o transversales. Bastó tomar conciencia de este porcentaje, -no menor- para considerarme incierto, en donde digo o escribo una cosa por decir o escribir otra, al menos, con respecto a mis oyentes o lectores.

Ahora, trato de ser riguroso en cualquier significado que exprese, pero, descubro con simpatía, que a todos los palabreros, les pasa lo mismo o quizás peor que a mi, usan (mos) normalmente muchas palabras, voces, conceptos, nada que ver. Entonces, no creo que esto sea incomunicación, sino lo contrario. Si yo leo o escucho una palabra que sospecho o intuyo que no corresponde al significado que yo le tengo, entonces psinápticamente le agrego carga de significado a esa palabra, pues no dudo que los significados son progresivos o se transforman.

Cuantas veces unas cuantas voces tienen para mi, más carga simbólica que tal cual.
Cuantas veces he descubierto un simple sustantivo con más carga que la palabra ser.
Demasiadas veces capto que un oyente me escucha pescado y estoy diciendo pez.

El oficio de poeta es la chiva (1. f. Am. Cen. Manta, colcha. 3. f. coloq. Chile. Mentira, embuste.) , justificación para la conciencia (del poeta) de la impostura o inexactitud de los significados, que reitero, como la materia, nada se pierde, solo se transforma.